Un Panamá entre rosas y espinas, el país del 2023 Políticos, economistas, empresarios y miembros del sector obrero dibujan el Panamá que visualizan en 10 años.

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Describir cómo será Panamá dentro de diez años pareciera difícil, pues nadie tiene una bola de cristal para pronosticar qué sucederá en adelante.

No obstante, líderes de opinión creen que el pulso de un país se mide en función de su movimiento económico, pero será la brújula política la que marcará el destino de Panamá la próxima década.

Siendo así y con la variable de estar a las puertas de un periodo electoral, algunos lídres de opinión dibujaron para La Estrella el Panamá que se imaginan en el 2023.

 

IDEALISMO VS. REALIDAD

La escritora, dramaturga y doctora en medicina Rosa María Britton describe su visión de país en dos corrientes: cómo espera verlo y cómo lo ve para estos dos lustros.

Primero quiere ‘ver un país que promueva la ciencia y la tecnología como herramientas para salir del subdesarrollo’ en el que se superen los resultados ‘pésimos’ en educación.

La educación no es lo único que le preocupa a la escritora. Dice que pasan gobiernos y escándalos de corrupción y enriquecimiento ilícito, pero no hay culpables. Espera que se encuentre a los responsables y se les castigue. Esa es la justicia que el país merece, agrega.

A su juicio, la Autoridad del Canal de Panamá seguirá creciendo: ‘menos mal’, y ojalá se mantenga libre de la política partidista; además la ciudad de Panamá será un infierno de cemento, sin aceras, muy pocas áreas verdes, gigantescos edificios, como si estuvieran uno encima del otro, sin respetar espacios.

 

LA VISIÓN DEL FAD

El sindicalista Genaro López, quien acaba de dar su salto a la política, tiene pronósticos propio. Dice que ‘el país seguirá creciendo como en los últimos años’, aunque no deja de estar preocupado por el nivel de endeudamiento que se están adquiriendo para las obras de hoy.

Para el 2023 Genaro piensa que el Frente Amplio por la Democracia (FAD) estará en el poder —no sabe si será con él a la cabeza—, pero está seguro de que allí estarán. ‘Entonces las cosas serán mejores y diferentes para los que menos tienen’. Habrá una solución real para el problema del transporte, la educación y la salud. Para hacerlo ya se está trabajando en un Plan de Desarrollo Nacional y una Constituyente Originaria con todos los grupos nacionales. Una solución política para los problemas sociales del país.

 

LA ESPAÑA DE AMÉRICA

Describir el Panamá que existirá en diez años es para el también dirigente sindical Mariano Mena, pan comido. Dice que solo hay que echar una mirada al gobierno.

Sin titubeos apuesta a que si se mantiene el ritmo que lleva hasta ahora en un país en el que el Órgano Ejecutivo impone su voluntad frente al resto de los Órganos del Estado, y se manipula la Constitución, no le cabe duda que para el 2023 tendremos ‘un gobierno dictatorial’, aunque por un instante prefiere dejar paso a la duda: ‘con la cabreación que tiene el pueblo nadie sabe qué puede pasar’. El panorama que describe Mena se torna más sombrío si se pone la mirada en el ritmo de endeudamiento del país. Los reportes, subraya, ‘son alarmantes’.

El sindicalista se refiere a los últimos informes del gobierno que dan cuenta de que la deuda pública panameña cerró, al 30 de abril de este año, en $15,533 millones. En un solo mes el crecimiento fue de $502 millones. En diez años, ‘nos podríamos convertir en la España de América Latina’, vaticina.

 

OTRA MIRADA POPULAR

Que Panamá se sumerja en una recesión económica como la que enfrenta España es para el economista Juan Jované una realidad de la que el país no está exento.

Los pronósticos del experto en finanzas son alarmantes. Augura que en los próximos diez años se ensanchará la deuda pública en 10%. El porcentaje podría variar, ya que el gobierno aún no ha contabilizado otras deudas como las de la Empresa de Transmisión Eléctrica, S. A. (Etesa), los corredores, el aeropuerto de Tocumen y el Canal de Panamá.

En una década, el 40% de la fuerza laboral estará en la economía informal, porque no habrá suficiente empleo formal, prevé Jované.

El también docente hizo hincapié en el tema ambiental, un mapa que conjuga con un sistema político que podría convertirse en autoritario, marcado por el clientelismo político.

 

EMPRESARIO VS. POLÍTICO

 

Pareciera que el hilo conductor que definirá el futuro está en la política. En esta misma línea, el empresario Roberto Eisenmann plantea que lo que ocurra en el 2014 marcará la ruta del país.

Todo depende de si habrá violaciones al proceso electoral. De ser así, el país se podría ‘abocar a un caos, un desbarajuste que, sin duda, podría poner en peligro la institucionalidad democrática y marcaría el futuro del país’.

 

MIRADA DE LOS CANDIDATOS

Para los políticos que respondieron a La Estrella —José Domingo Arias, de Cambio Democrático, no lo hizo, a pesar de que se contactó a sus voceros—, la lectura futura tiene como base a los gobernantes que se elija. Es decir, la responsabilidad es del pueblo.

Juan Carlos Navarro, del PRD —a quien favorecen las encuestas por el momento—, aunque el país cerró el año pasado con un crecimiento de 10. 8%, ‘atraviesa por un debilitamiento institucional que corroe de manera acelerada y peligrosa la democracia y la paciencia de su gente’.

Aún así trata de tener una visión optimista. El perredista mira en el 2019 un nuevo Panamá —que él encabezaría— que le va a tender la mano a más de 400 mil panameños que se acuestan con hambre y sobreviven con $1. 00 diario y los 300 mil que no tienen agua potable.

Por eso aspira a construir una verdadera política de Estado que impulse una educación de calidad y valores, una salud preventiva, que se administre justicia conforme al derecho y no al gobernante de turno.

Y para fortalecer la calidad socioeconómica de los panameños, Navarro cree que es imperante tener un sistema de transporte eficiente y un nuevo puente de seis vías sobre el Canal de Panamá en lado Pacífico y con un metro desde la 24 de Diciembre, hasta La Chorrera y Arraiján.

 

LA VISIÓN VARELISTA

Desde la otra esquina de la oposición, el panameñista Juan Carlos Varela cree que Panamá —a pesar de poseer un gran potencial económico— las autoridades del gobierno están poniendo en riesgo esta bonanza futura por ‘el método clientelista de hacer política y de gobernar’.

La visión a diez años del líder opositor se fundamenta en lo que llegue a pasar en el próximo quinquenio. Por ello instó a la población a votar a conciencia por una oferta de gobierno que brinde reales respuestas a los problemas que día a día azotan a la población.

Para alcanzar ese desarrollo sostenible tan anhelado, Varela cree que ‘se necesita un gobierno enfocado en lo social y no en lo político’ para que la inversión pública se dé con prioridad en las áreas que más se necesiten.

 

VISIÓN DE LOS POPULARES

El líder del partido de la estrella verde, Milton Henríquez, evoca ‘un Panamá de primer mundo’ en el que dentro de diez años converjan las sedes de los más importantes organismos de integración, política, económica y seguridad continental, y que además existan centros de generación y abastecimiento de energía, de manejo y aprovechamiento del agua. Para ello da vital importancia al rumbo que le den las autoridades que han de regir el país.

 

UN PAÍS ‘SIN PERSONALIDAD’

¿Qué podría deparar el futuro con un gobierno que a todas luces va en busca de la reelección? es la interrogante con la que abre el telón de su interpretación el catedrático Miguel Antonio Bernal, quien prefiere dividir su pronóstico en: ‘el país que quiere’ y ‘el que visualiza’.

En la primera vía guarda la esperanza de que impere el poder del conocimiento. Sin embargo, asegura que por ahora es mero idealismo, pues se le da la espalda al conocimiento, la educación aquí ‘es una etcétera’.

En la otra vía visualiza un país sobre las tendencias presentes, marcadas por el mal manejo de la política, el clientelismo a la orden del día, lo que —augura— podría convertirnos en ‘un país sin personalidad propia’ y, sobre todo, ‘seremos un Panamá pesimista’.

 

OTRA VISIÓN

La exprocuradora Ana Matilde Gómez también tiene su pronóstico. En su opinión, ‘todo depende del interés con el que se afronte el tema institucional en el país. Vamos a tener muchas obras de cemento y megaobras, pero lo más importante es que el ser social se le ha olvidado y si no se atiende podría traer una reversión.

Además, es importante que los espacios políticos dejen de etar ocupados por ‘mercaderes de la cosa pública que tanto daño hacen’.

 

Fuente: La Estrella

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