La contracara de la profunda crisis que enfrenta el mercado inmobiliario porteño -que depende en gran medida de la venta de propiedades usadas- es el momento que vive la construcción.

De acuerdo con el Índice Construya, que mide la evolución de la actividad de la construcción a partir de la venta de insumos, en agosto se registró la mayor suba en la demanda de los últimos dos años, con un incremento interanual del 14,4 por ciento.

Para encontrar un aumento mayor en la venta de insumos de la construcción hay que retrotraerse a septiembre de 2011, cuando un mes antes de la reelección de Cristina Kirchner se había registrado un incremento de 17 por ciento.

En el sector además destacan que a diferencia de la caída sin piso que vive la compraventa de propiedades usadas, los fabricantes de insumos para la construcción acumularon en los primeros ocho meses de 2013 un alza en sus ventas del 6,6 por ciento. El único mes de este año con resultado negativo para el sector fue marzo, que cerró con una baja de 5,9 por ciento.

GANAN LOS GRANDES

Entre las empresas constructoras y desarrolladoras, igualmente, precisan que la suba no llega a todas las empresas del sector.

"El negocio está planteado desde un nuevo escenario marcado por dos factores esenciales: en primer lugar, la desarrolladora que no tenga una estructura financiera con respaldo y bien aceitados los procesos no puede sobrevivir en la coyuntura actual.

Por otro lado, la rentabilidad del desarrollador está atada al buen manejo de los costos que pueda hacer a lo largo de la obra, razón por la que notamos que los proyectos de gran escala son los que marcan la agenda de este año", sostuvo Alberto Fernández Prieto, presidente de la desarrolladora Fernández Prieto & Asociados.

Fuente: La Nación