Cinco años con 2.000 empleos menos al día España intensificó en 2012 el ajuste de su economía y destruyó 850.000 puestos de trabajo; con ello desde el inicio de la crisis se han perdido 3,55 millones de ocupados

Compartir:

El pasado año fue nefasto para el empleo. Sin paliativos. España, lejos de recuperarse como muchos llegaron a vaticinar, intensificó el ajuste de su economía y destruyó otros 850.500 empleos en todo el ejercicio, al tiempo que ganó 691.700 parados más. Ha sido el segundo peor año desde que empezó la crisis a finales de 2007. Solo fue peor 2009, año en el que desaparecieron 1,2 millones de empleos.

En cualquier caso, todo esto arroja una media estremecedora: la crisis se ha llevado por delante 3,5 millones de empleos desde 2007, lo que supone prácticamente 2.000 empleos destruidos cada día durante cinco años seguidos.

Las cifras conocidas ayer -incluidas en la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada ayer por el Instituto Nacional de Estadística- dejan al mercado laboral español en una posición inquietante. Al término de 2012 había en España un total de 22,9 millones de personas de entre 16 y 64 años que estaban en disposición de trabajar. Es lo que se llama población activa. De todos ellos, 16,9 millones tenían un empleo y los 5.965.400 restantes estaban parados.

Esto supone que el 26,02% de la población activa está desempleado, una tasa de paro histórica jamás alcanzada por la economía española. O lo que es lo mismo, más de uno de cada cuatro españoles que quiere trabajar, no puede hacerlo porque no encuentra dónde.

A esta fotografía del mercado de trabajo hay que añadir otro elemento para entender qué está pasando. Se trata del fuerte descenso que ha registrado la población activa, sobre todo en el último trimestre de 2012, cuando se redujo en 176.000 personas.

Esto ha impedido que España llegara a los seis millones de desempleados (porque hay menos personas que debe absorber un mercado laboral que no genera empleo y que, por lo tanto, se contabilizan como parados). Y, sin embargo, y paradójicamente, ha aumentado la tasa de desempleo un punto porque el volumen total sobre el que se calcula dicha tasa ha disminuido con la citada merma de población dispuesta a trabajar.

Pero ¿por qué se ha producido este intenso descenso de la población dispuesta a trabajar? Fundamentalmente, por desánimo de quienes buscan empleo y no lo encuentran. De hecho, casi la mitad de los seis millones de parados son de larga duración, lo que significa que llevan más de un año desempleados.

Es más, según las cifras facilitadas ayer por el INE, este desánimo ha afectado casi en exclusiva al colectivo de extranjeros. De hecho, en 2012 la población activa de este colectivo se redujo en 175.600 personas, al tiempo que entre los españoles se registraron 16.800 personas más en disposición de trabajar. A este fuerte aumento de los extranjeros que han dejado de buscar trabajo, la EPA añadía ayer otros 169.200 inmigrantes que abandonaron España el pasado año, según esta encuesta.

¿Dónde se está produciendo esta sangría de la ocupación? La pérdida de empleos en 2012 se repartió de forma parecida entre los mismos sectores que en 2011, pero con más intensidad. Así, el sector servicios destruyó 480.200 puestos de trabajo el pasado año, más de la mitad de todo el empleo desaparecido en todo el ejercicio. Esto intensificó el ritmo de ajuste de ocupación en estas actividades del -1,58% en 2011 al -3,6% en 2012.

La industria también destruyó más ocupaciones el pasado año. En concreto, perdió 142.800 trabajadores (un 5,6%) frente a los 96.500 perdidos en 2011 (-3,6%).

Por su parte, la construcción fue el único sector productivo que frenó algo su ajuste de empleos, pasando de un recorte de la ocupación del 19% de 2011 al 16% en 2012. Si bien en términos absolutos el sector del ladrillo fue, tras los servicios, el que más puestos de trabajo perdió (203.000), dejando el número total de ocupados en esta rama de actividad en poco más del millón de trabajadores, cuando en 2007 alcanzó los 2,8 millones de trabajadores.

Solo la agricultura volvió a crear empleo en el último trimestre de 2012, al registrar 63.700 nuevos ocupados, lo que supuso un fuerte avance de casi el 9%. Si bien este aumento no fue suficiente para colocar al sector en saldo positivo en términos anuales. Así en el ejercicio pasado el empleo agrario cayó un 3%, con 24.400 ocupados menos. En 2011, la agricultura sí consiguió crear 400 empleos.

Otro colectivo que salvó los muebles en 2012 fue el de los trabajadores autónomos, que incrementó su número en 53.300 el pasado año, un 1,8% más. Pero también este colectivo tuvo un comportamiento desigual, ya que mientras que los autónomos sin asalariados registraron un fuerte avance, del 5% (96.600 más en el año); aquellos que tienen mini empresas y cuentan con algún trabajador a su cargo y son, por tanto, empleadores, disminuyeron en 19.100, tras recortarse un 2%.

 

Menos fijos y menos temporales

En cuanto a los perfiles de las personas que ocupaban los empleos desaparecidos, eran en mayor medida hombres (-569.000) que mujeres (-281.500). Y afectó por igual a trabajadores con contrato fijo que parcial.

No obstante, ha sido en el último trimestre del año cuando se ha intensificado tanto la destrucción de empleo (363.300 puestos de trabajo menos frente a los 97.000 ocupados perdidos en el tercer trimestre); como la caída de la población activa, que se ha visto recortada en 176.000 personas; y en este caso, la mayoría españoles (-126.400).

Respecto a este último colectivos, a la justificación del desánimo reinante puede añadirse otro motivo: el adelanto de muchas jubilaciones ante el anuncio del Gobierno de que endurecerá inminentemente el acceso al retiro parcial y al anticipado.

A pesar de este negro horizonte, los responsables gubernamentales confían en que las reformas y los ajustes que han adoptado este año "terminen teniendo su efecto" y, por ello, mantienen sus previsiones de que la economía española empiece a recuperarse lenta y paulatinamente a lo largo de 2013 para empezar a crear empleo en el último trimestre del presente ejercicio o en el primero de 2014. Así lo aseguraba ayer, entre otros, el secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, quien justificó la intensificación de la destrucción de empleo en el último trimestre "en consonancia con el retroceso del PIB del 0,6%" y por haber recibido el mayor efecto de los recortes presupuestarios en dicho periodo.

 

Fuente: Cinco Días

Compartir


También te puede interesar