El presidente del Banco Mundial (BM), Jim Yong Kim, llamó hoy a un esfuerzo concertado de los países para respaldar el crecimiento equitativo e inclusivo y erradicar la pobreza extrema en 2030.

En un llamado con esas ambiciosas metas para ayudar a los más vulnerables, Kim delineó un programa que pretende poner fin a ese flagelo y promover una prosperidad que incremente los ingresos del 40 por ciento más pobre de la población.

Para el máximo representante del BM es urgente trabajar con eficacia con los estados frágiles y afectados por conflictos, y luchar contra el cambio climático para asegurar los beneficios del desarrollo.

Durante un discurso en la Universidad de Georgetown, en vísperas de las reuniones de primavera del organismo internacional y del Fondo Monetario Internacional, hizo tal propuesta que aspira a eliminar la pobreza en menos de una generación

Según el Banco Mundial, el primer objetivo de desarrollo del milenio era reducir a la mitad la pobreza extrema, el cual de acuerdo con sus cálculos se alcanzó en 2010, con cinco años de anticipación a lo previsto tras inversiones en redes de protección social.

La tasa global de pobreza disminuyó en aproximadamente un punto porcentual entre 1981 y 2010, reportó el BM.

Pero a pesar de esas estimaciones aun está en suspenso el destino de unos mil 300 millones de personas que no alcanzan a cubrir sus necesidades más elementales, ya que subsisten con menos de un dólar 25 centavos diarios.

De ahí que cuando faltan dos años para cumplir las metas globales del 2015, ya se habla de que la próxima agenda tiene que completar la tarea de erradicar la pobreza extrema, primero de los objetivos trazados para esa fecha y al cual le queda todavía un gran trecho.

No obstante, el presidente del BM aseguró que ello será posible si se acelera la tasa de crecimiento registrada en los últimos 15 años, y en particular un incremento alto y sostenido en Asia meridional y África al sur del Sahara.

También cree factible desplegar esfuerzos en aras de la inclusión y moderación de la desigualdad que se traducirá en la reducción de la pobreza y, lo que es más importante, la creación de empleos.

Además, sugirió Jim Yong Kim, evitar o mitigar posibles crisis, de los alimentos, combustibles, financieras y desastres climáticos.

Sostuvo que para hacer frente a los desafíos mundiales no basta combatir la pobreza extrema, sino una labor colectiva tendiente a ayudar a las personas vulnerables y así superar ampliamente el umbral de la pobreza.

Al respecto instó a la comunidad mundial a aprovechar los mil días que faltan para cerrar el 2015, con el fin de redoblar esfuerzos donde no se han registrado avances lo suficientemente firmes: oportunidades crecientes y no marcadas inequidades.

Fuente: Prensa Latina