¿Miedo a decidir?, 5 puntos para desafiarte a ti mismo y tomar decisiones ¿Te ha pasado que antes de tomar una decisión prefieres delegar en lugar de asumir la responsabilidad porque no estás seguro, porque te da miedo equivocarte?

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En todo momento se toman decisiones; decidir es algo que hacemos todas las personas de forma natural ante diversas situaciones, pareciera ser una acción de lo más simple y sencillo por hacer; sin embargo, muchas personas se enfrentan a la incapacidad de tomar sus propias decisiones, la causa no es la falta de razón sino la falta de resolución y coraje para tener determinación y perder el miedo a enfrentar dichas acciones que hacen elegir un camino, en determinado momento.

Tal vez no has escuchado el término: “decidofobia” este es el miedo irracional a tomar decisiones, es un término que se puso en circulación hace poco más de 30 años por el filósofo alemán Walter Kauffan, estudioso del existencialismo y quien utilizaba el vocablo para referirse al miedo de las personas a ser autónomas.

Quienes padecen este síndrome en todo caso, en el ámbito laboral se ven limitados en su capacidad para detectar problemas que puedan afectar el desarrollo de la empresa o del propio desempeño y para encontrar soluciones a los mismos, también para ejecutar planes o proyectos o bien, para la evaluación de éstos.

Las razones por las que surge esta fobia pueden ser varias pero generalmente están asociadas con el miedo a asumir responsabilidades, con un temor exacerbado a equivocarse o a enfrentar las consecuencias de un hecho, con una aversión por la confrontación ante determinadas circunstancias o por un miedo desmedido al fracaso.

Se puede decir que es un mecanismo de defensa pero que desafortunadamente, conlleva no sólo a quedarse al margen de cualquier decisión de la empresa sino el t costo de frenar el crecimiento profesional ante la imposibilidad de enfrentar algún cambio.

En Jobomas te compartimos algunas claves para enfrentarte al miedo de tomar decisiones en tu vida laboral y profesional:

 

#1. Concéntrate

Siempre que se toma una decisión hay múltiples cuestiones que no requieren tanto desgaste de tu parte. No te detengas a pensar en ellas y enfócate en la solución. Decidir es más fácil si mantienes la mente despejada de las cuestiones que te hacen titubear.

 

#2. Los cambios te hacen crecer

No pienses en el cambio ó los cambios con reservas ni con temores, todo lo contrario, piensa que el cambio siempre es evolución aunque no siempre ocurra en las mejores situaciones. El crecimiento sólo puede darse en un camino de ensayo-error y cada decisión, es un aprendizaje y una oportunidad para aprender y crecer.

 

#3. No delegues

Delegar te impide aprender de ti mismo y de tus capacidades. Seguramente eres más fuerte y tienes habilidades superiores a muchos colegas pero no te has dado la oportunidad de descubrirlas. Date la oportunidad de conocer tus alcances y no dejes que otros decidan por ti y anulen tu capacidad de construir tu propio futuro laboral. Tampoco te dejes influir por el juicio de otros colegas ni te detengas a pensar lo que otros pueden pensar sobre ti, piensa que tu carrera y tu crecimiento están sólo en tu poder.

 

#4. Piensa positivo

Al momento de tomar una decisión, no pienses en el peor de los escenarios, de nada sirve, sino al contrario, visualiza todo aquello que podría mejorar y date cuenta de el hábito de tomar decisiones, puede llevarte a estar en una mejor posición y a tener más confianza en ti mismo.

 

#5. Aprovecha el impulso

Toma una primera decisión y déjate llevar por la inercia para seguir en este rumbo. Sólo con la experiencia podrás perfeccionar este hábito pero por lo pronto, estás en el camino correcto. Sólo actuando puedes darle movimiento a tu vida profesional, si te quedas esperando a que los cambios lleguen por sí solos, sólo estarás perdiendo tiempo valioso para tu crecimiento.

 

#6. No te des por vencido

Si en tu primera decisión no te fue tan bien como esperabas, no te preocupes tanto, no te rindas. Aunque parezcan difíciles de superar, sólo en los momentos difíciles es que uno tiene la oportunidad de fortalecerse y reconocer sus capacidades. Una vez que tienes consciencia de ellas, el camino se vuelve más fácil, recuerda que con la experiencia podrás perfeccionar este hábito.

Antes de negarte oportunidades de crecimiento laboral, piensa que desafiar los retos es una experiencia invaluable que te permitirá mejorar y convertirte en parte de la solución a las necesidades o exigencias de tu empresa. Confía en ti mismo si te equivocas también creces, pierde el miedo y comienza a abrir caminos hacia el triunfo.

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