4 tips para impulsar tu trabajo con inteligencia emocional. A través de la personalidad y los hábitos que adquirimos podemos potenciar el desarrollo de nuestras capacidades y ser más efectivos en el empleo.

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Los seres humanos somos emocionales por naturaleza. La mayoría de las personas siente primero y piensa después pero, esto no siempre es lo más recomendable en el campo laboral.

La inteligencia emocional, un término que nació a mediados de la década de los 80 se refiere a nuestra capacidad para reaccionar e interactuar con otros basada en un pensamiento lógico y dejando de lado los sentimientos.

A diferencia del coeficiente intelectual o del razonamiento analítico, la inteligencia emocional se aprende a lo largo de la vida y se obtiene a través de la experiencia pero la importancia de aplicarla en el empleo radica en que a través del dominio de nuestras emociones podemos orientar nuestro pensamiento hacia el dominio de nuevas habilidades prácticas.

 

¿Qué es y cómo se usa?

La inteligencia emocional se compone por cinco actitudes básicas entre las que se encuentran tanto características de personalidad como hábitos que pueden desarrollarse con el fin de ser más efectivos en nuestro empleo y a través de los cuales también podemos influir en el resultado colectivo de una empresa.

- Autoconocimiento: Se refiere al reconocimiento de las emociones propias en cada momento, sus alcances y sus límites. Es poseer una idea realista de nuestros sentimientos y cómo estos pueden influir tanto en nuestro desempeño como en otras personas. 

- Autoregulación: Es saber manejar nuestras emociones para orientarlas en un sentido productivo que nos facilite tareas o que nos brinde resultados más efectivos o que nos permita recobrarnos de las influencias o las emociones negativas. En este concepto se concentran el autocontrol de nuestros impulsos, el manejo de las responsabilidades, nuestra capacidad de adaptación, la formación del criterio y la capacidad de innovar o ser receptivo a nuevas ideas. 

- Motivación: Se trata de esos impulsos que nos encaminan al cumplimiento de objetivos, la alineación de nuestras metas con las de una organización y el compromiso con la misma así como nuestra sed de triunfo y nuestra habilidad para aprovechar las oportunidades.

- Empatía: Esta es una aptitud social que nos ayuda a relacionarnos y define nuestras relaciones con otros. La empatía es la capacidad de comprender las emociones de otros y generar espacios de oportunidad. A través de ella podemos impulsar las capacidades de otra persona, prever y atender las necesidades de otros y también interpretar una corriente o un pensamiento colectivo.

- Habilidades sociales: Son todas aquellas que nos permiten ejercer un campo de influencia o interacción con otros: persuasión, comunicación, manejo de conflictos, mediación, negociación, liderazgo, inspiración, generación de sinergias, cooperación y también la capacidad de establecer vínculos y alentar relaciones instrumentales.

La inteligencia emocional suele confundirse con ‘simpatía’ pero este es un error pues no se trata de ser dócil sino de tener el temple y la sabiduría para aplicar correctamente las emociones para obtener mejores resultados aunque ello implique participar en situaciones incómodas.

 

Cuanto más complejo es un trabajo, más necesario es el uso de la inteligencia emocional y aunado a ello, hay que resaltar que no basta con poseer una o dos aptitudes sino que es necesario dominar una combinación de todas. El equipo de Jobomas te comparte algunas sugerencias para utilizar efectivamente tus emociones dentro del trabajo:

 

#1. Conócete a ti mismo.

Analiza bien cuál es tu comportamiento y tu reacción ante las diferentes circunstancias del trabajo, sobre todo, en aquellas que son negativas o te afectan de manera particular. Recuerda que siempre tendrás que hacerte responsable de tus actos.

 

#2. Pon atención a tu alrededor

Para desarrollar tus capacidades y tu inteligencia emocional es necesario que analices tu entorno y estés consciente de lo que pasa más allá de ti. Sólo entendiendo tu entorno es posible que dirijas plantees tus metas y dirijas tus emociones de la manera más eficiente para alcanzarlas.

 

#3. El cuerpo comunica

Ten presente lo mucho que cuenta el lenguaje corporal. Aunque no expreses una sola palabra de manera verbal, tu cuerpo se comunica a través de la postura, el tono de voz, los movimientos, etcétera. Analiza no sólo tu lenguaje sino el de tus colegas y trata de descifrar lo que están pensando para que logres actuar en consecuencia.

 

#4. Identifica aquello que te afecta

Es muy importante que tengas presentes las circunstancias que te alteran o te afectan porque de ello depende que puedas emprender una estrategia para saber controlarlas y no caer en un punto de quiebre.

Para tener autocontrol es necesario conocer perfectamente bien los factores que nos provocan una respuesta negativa y la manera en que podemos reducir sus efectos negativos. También hay que tener en cuenta que el manejo de las emociones requiere de mucha práctica y es resultado de un trabajo constante.

 

Recuerda que el conocimiento de uno mismo, de nuestra personalidad, nuestras capacidades y nuestros límites puede ser el catalizador que convierta nuestro habilidades en nuevas oportunidades para destacar en el ámbito laboral.

En Jobomas queremos que explotes todos tus talentos y encuentres el éxito profesional; por ello tenemos las mejores ofertas de empleo en todo el mundo, cursos de formación a tu medida y la oportunidad para contactar personalmente a las empresas y mostrarles tus talentos. Conéctate a nuestro sitio y encuentra tu empleo ideal.

 

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