‘El horno no está para bollos’ dirían nuestras abuelas en momentos difíciles. Es una realidad, durante la última década y particularmente hace tres años, muchas empresas a lo largo del mundo han tenido que hacer recortes drásticos en su plantilla de personal debido principalmente a las crisis económicas aunque también a las nuevas modalidades de trabajo.

Sin embargo, en el afán de conservar las fuentes de empleo y retener lo más posible a sus talentos, otras empresas han optado por medidas menos radicales de ahorrar recursos, entre ellas, el doloroso recorte salarial.

Y dadas las condiciones actuales de la economía y sin la intención de generarnos paranoia, es conveniente estar preparados para recibir una noticia de este tipo y sobre todo, para saber reaccionar ante ella y tomar decisiones.

Las condiciones

Antes que nada, en caso de que la empresa nos proponga un recorte de sueldo hay que saber las condiciones generales en que podría darse este acuerdo:

- ¿es obligatorio o voluntario?

- ¿es temporal o permanente?

- En caso de ser temporal, aproximadamente ¿cuánto tiempo durará?

- ¿Podrán recuperarse los pagos al final del periodo de recorte?

- ¿Hay formas de compensar la pérdida? Como por ejemplo, un puesto más alto que esté disponible, horas extra, gratificaciones, etc.

- ¿Cómo afecta el resto de las prestaciones?

- ¿Qué sucede si no aceptas?

Sí o no

Es difícil tomar esta decisión y sobre todo, hacer una valoración justa de los ‘beneficios’ que estamos rescatando en el caso de aceptar porque automáticamente uno suele concentrarse sólo en los efectos negativos.

Aunque cada caso es distinto y no puede haber una respuesta única a la pregunta de ¿cuándo sí aceptar un recorte de sueldo?, en Jobomas te compartimos tres importantes puntos en los que ceder, puede resultar positivo:

#1. Conservas tu empleo

Al aceptar un recorte tienes la oportunidad de conservar tu empleo y una fuente segura de ingreso. Si bien es cierto que recibirás un cantidad inferior a la habitual, puedes reducir gastos de manera temporal en lugar de enfrentarte a la incertidumbre de buscar un nuevo trabajo en el que probablemente las condiciones sean similares. Por otro lado, la razón más importante para considerar es que si te gusta tu empleo y sientes pasión por tus tareas, quizá lo económico deba pasar a un segundo plano.

#2. Demuestras lealtad y compromiso

Considerando que este puede ser solo un proceso temporal, apostar por quedarte en tu empresa es una señal inequívoca para tus jefes de que eres leal y aceptas el compromiso de estar en las buenas y en las malas por lo que seguramente en el periodo de recuperación podrás cosechar el fruto de tu compromiso o en determinadas circunstancias (permisos, horarios, etc.) recibir ciertas concesiones como muestra de agradecimiento.

#3. Ayudas a otros

Tu actitud puede influir en otros compañeros y ayudar a conservar sus fuentes de trabajo. En la medida en que otros repliquen las muestras de compromiso y sean solidarios, también estarán protegiéndose entre sí y demostrando su generosidad. Esta decisión cobra más valor si además, eres líder de equipo o jefe de algún departamento.

Ante todo, ten presente que la clave para enfrentarte a la adversidad es hacerlo con decisión, observando desde todas las perspectivas posibles y haciendo una análisis realista de nuestras condiciones.

En Jobomas queremos que encuentres el empleo de tus sueños y que alcances el éxito profesional y por eso te ofrecemos las mejores ofertas de empleo alrededor del mundo y cientos de opciones para potencializar tus talentos a través de nuestros cursos de formación. En nuestro sitio también puedes contactar personalmente a las empresas más competitivas del mercado y hacerles saber de tus capacidades. Tu oportunidad para crecer la encuentras con nosotros.