El trabajo no es un simple medio de subsistencia y jamás deberíamos considerarlo así. El trabajo es equilibrio en nuestras vidas porque gracias a él, podemos ser seres productivos, promover nuestros valores y por supuesto, alcanzar la realización personal en todos los sentidos. Muchas de las grandes satisfacciones que obtenemos a lo largo de nuestras vidas, se materializan gracias al esfuerzo cotidiano que hacemos en nuestro empleo.

Pero el trabajo, como muchos otros procesos, tiene ciclos que deben cumplirse y es conveniente estar muy atento a cada uno pues en ellos podemos desde planear y construir nuestro futuro, hasta recoger los frutos de una vida profesional.

Por ello la importancia de conocer cada etapa y saber el suelo que vamos a pisar mucho antes de hacerlo, para poder iniciar nuestra trayectoria con paso firme y tomar buenas decisiones a lo largo del camino.

En Jobomas te decimos cuáles son las etapas en la vida de un profesional y te compartimos algunos de los retos más comunes a los que debes enfrentarte. Toma nota:

#1. Antes de los 20

La trayectoria laboral de un profesional, idealmente debería comenzar a construirse incluso antes de elegir una carrera universitaria que será la que defina tu área de interés y para encontrarla, una buena opción es comenzar a infiltrarse en el ámbito laboral con trabajos de medio tiempo que puedas combinar con tus estudios y que además, te permitan conocer a detalle las dinámicas y esquemas de trabajo. En este sentido, la mayoría de edad te brinda la oportunidad de acceder con mayor facilidad a las ofertas de empleo aunque también puedes iniciar como practicante en algún puesto para conocer las áreas o actividades a las que te gustaría dedicarte.

Retos en esta etapa:

- Concluir la preparatoria

- Elegir una carrera universitaria. (Los empleados con estudios profesionales ganan alrededor del 74% más que quienes sólo tienen título de bachillerato )

- Conseguir el primer empleo

#2. Universitarios y recién egresados

Una vez que terminaste de estudiar la carrera que elegiste, es turno de comenzar con las prácticas profesionales o empleos de formación y comenzar a construir tu futuro laboral estableciendo objetivos a corto, mediano y largo plazo.

Retos en esta etapa:

- Realizar prácticas profesionales, empleos de formación o trabajar como becario en alguna empresa. A pesar de que ninguna de las opciones anteriores tiene un carácter de empleo oficial, hay que tomarlas con mucha seriedad, aprender de ellas tanto como se pueda y aprovechar las redes de contactos que se generan.

- Concluir los estudios. Las personas que tienen formación universitaria no sólo ganan más que quienes no la tienen sino que además, tienen acceso a mejores oportunidades de empleo.

- Ahorrar. Aunque pocos adquieren el hábito del ahorro, tener un ‘colchón’ desde temprana edad puede ayudarte a construir un mejor futuro laboral como el de ser un profesionista autónomo y desarrollar tu propio negocio.

#3. Profesionista Jr.

A partir de este momento debes comprometerte contigo mismo a especializarte en el área de tu interés y dar lo mejor como profesional en cada una de las tareas o puestos en que debas desempeñarte. Tu desarrollo está ahora en tus manos.

Retos en esta etapa:

- Construir experiencias laborales de valor y, en la medida de lo posible, apostar por la estabilidad en un trabajo. La empresa que te contrató debe tener claro que es redituable tenerte entre sus filas y tú debes enfocarte en ser un trabajador destacado que siempre tiene disposición para crecer como profesional y colaborar en el desarrollo de la compañía.

- Tejer redes. Es muy importante comenzar o expandir tus redes de contactos porque es muy probable que a lo largo de tu trayectoria laboral puedan ayudarte en diferentes circunstancias como obtener un nuevo empleo, orientarte acerca de algún proceso de trabajo, de la situación de un sector o simplemente, de compartir sus conocimientos contigo.

- Invertir en tu formación. Los conocimientos siempre abren la puerta para acceder a mejores oportunidades y, a pesar de ello, pocos son quienes deciden invertir su propio crecimiento. Una buena opción es aprender idiomas, sobre todo inglés pues es la lengua oficial de los negocios y la más solicitada en las vacantes, aunque desde luego, también especializarte en tu área es una apuesta segura para obtener beneficios tarde o temprano.

#4. Después de los 40

Muchos creen que es la etapa profesional en la que comienza el declive, sin embargo, por la experiencia adquirida es la edad ideal para acceder a puestos ejecutivos y cosechar los frutos de una vida laboral constante y dedicada. Además, es el momento ideal para compartir tus conocimientos y capacitar a nuevos cuadros.

Retos en esta etapa:

- Aprender algo nuevo. La clave para permanecer y escalar peldaños en el mercado laboral es la capacitación constante. Mantenerte actualizado te otorga ventajas sobre los profesionales más jóvenes pues no sólo has adquirido experiencia en tu rubro sino que además, puedes seguirla aplicando de acuerdo a los estándares actuales.

- Ser flexible. Los modelos tradicionales de trabajo son cómodos para los profesionales senior pero no pueden ser permanentes. No te resistas al cambio, adáptate y recuerda que la experiencia no debe estar peleada con la modernidad.

- Emprende. A lo largo de tu trayectoria has acumulado suficiente experiencia para ser dueño de tu propio negocio. Aprovecha tus conocimientos y emprende el proyecto que siempre has deseado.

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