7 tips para comunicarte con tus empleados

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Una buena comunicación en tu empresa trae múltiples beneficios, entre ellos, mejorar el ambiente laboral y –por lo tanto– hacer más eficientes todos los procesos en la organización. Escuchar con atención y mostrar empatía hacia tu interlocutor son algunas de las claves que te permitirán tener éxito en este punto.

A continuación, te compartimos algunos consejos para lograr una buena comunicación con tus empleados:

Presta atención. Seguramente los empleados de tu compañía tienen mucho que decir; asegúrate de que lo hagan proporcionando los medios necesarios. Puedes, por ejemplo, instalar un buzón de quejas o mantener una política de "puertas abiertas" en tu oficina para escucharlos cuando así lo necesiten. Por supuesto, no sólo finjas que los escuchas: toma nota de sus dudas, quejas y comentarios y propón alguna solución a corto y largo plazo.

Demuestra interés. No basta con que prestes atención a tu interlocutor, sino que debes demostrar interés en lo que dice. Trata, en la medida de lo posible, en interesarte en la persona: en su familia, sus actividades fuera de la oficina y sus inquietudes. Así, tendrán más confianza de acercarse a ti si surge algún problema y se sentirán más motivados si sienten que son una parte importante para la organización.

No interrumpas. Nada puede ser más desagradable que ser interrumpido en medio de una conversación. Si te ves obligado a interrumpir, espera el momento adecuado, cuando se termine de exponer una idea. En las juntas siempre deja que todos se expresen y concluyan sus ideas; ésta es una muestra de respeto fundamental.

El cuerpo también habla. Por lo tanto, tu lenguaje corporal debe reforzar la comunicación verbal. No mires en otras direcciones, no te muestres distraído y evita cruzarte de brazos. Intenta desarrollar un lenguaje que muestre que eres el líder de la empresa, pero nunca acudas a la soberbia o a la superioridad ante los demás para mostrar tu liderazgo.

Ante todo, paciencia. En muchas ocasiones escucharás tonterías o cosas que parecen insignificantes. No te precipites al querer debatirlas; podrías terminar diciendo algo de lo que después te arrepientas. Por otro lado, si el afán de tu interlocutor es desagradarte, escucha con atención para que puedas rebatir sus ideas. No discutas por algo innecesario.

Conoce a tu gente. No sólo debes saber el nombre de tu equipo de trabajo (¡es básico!); debes saber cuáles son las responsabilidades, fortalezas, debilidades y aspiraciones de cada uno de tus empleados.

No sólo indicaciones. Si debes dar instrucciones, no te limites a ello. Preocúpate por la opinión y los puntos de vista que pueden tener tus compañeros de equipo. Además, cerciórate de que hayan interpretado correctamente tus palabras y entiendan cuáles son las tareas que deben desempeñar.

Entrena, deja de lado prejuicios y conviértete en una persona con quien valga la pena conversar. ¡Todo será por el bien de tu empresa!

 

Fuente: Soy Entrepreneur

 

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