Lo más destacado en 2013 en el terreno económico es que el PIB ha vuelto a crecer. Concretamente, mejoró un 0,1% entre julio y septiembre dejando atrás nueve trimestres en negativo. Este cambio vino motivado por la leve mejoría del consumo de los hogares que mejoró un 0,4% tras cinco trimestres con caídas, así como por el leve incremento de la inversión (0,2%). Estos factores hicieron que el peso negativo de la demanda nacional se redujera más de un punto, hasta 2,5 puntos porcentuales, mientras la demanda exterior siguió contribuyendo positivamente al PIB aunque a un ritmo menor (pasó de 2,1 a 1,4 puntos).

No es la primera vez durante esta crisis que el PIB crece levemente. En el primer trimestre de 2010 entró en terreno positivo al mejorar un 0,2% y mantuvo la tendencia durante cinco trimestres consecutivos (en los que la economía creció entre un 0,1% y un 0,3%). Pero después llegaron los problemas en Grecia, se desató la crisis de deuda y la economía española no aguantó la sacudida (tampoco la europea). Ahora, está por ver si la recuperación se consolida en los próximos trimestres.

Además, a pesar de esta mejoría, las previsiones para el conjunto del año siguen mostrando una caída del PIB del 1,3% en 2013, con el consumo y la inversión todavía en negativo (-2,6% y -6,1%, respectivamente) y sólo aliviado por las exportaciones (5,7%).

España se ha visto beneficiada por la mejoría de la zona euro que también dejó atrás año y medio de recesión al crecer un 0,3% en el segundo trimestre y un 0,1% en el tercero. Eso sí, el ritmo de crecimiento de la zona euro es todavía muy lento y en el tercer trimestre se ha frenado más de lo previsto. A pesar de este cambio de tendencia, la Comisión Europea prevé que la economía de la región de la moneda única se contraiga un 0,4% en el conjunto de 2013 antes de remontar un 1,1% en 2014. De hecho, en este ejercicio hasta ocho países de la zona euro acabarán en recesión. Este es el caso de Chipre (-8,7%), Grecia (-4,0%), Eslovenia (-2,7%), Portugal (-1,8%), Italia (-1,8%), España (-1,3%), Holanda (-1%) y Finlandia (-0,6%).

El paro podría haber tocado techo

Volviendo a España, la incipiente recuperación de la economía todavía no ha sido suficiente para crear empleo y que la situación del mercado laboral mejorase de forma considerable.

Aunque es cierto que ya se han empezado a ver algunas señales en el terreno laboral que apuntan a que el paro podría haber tocado techo. El número de desempleados ha ido descendiendo en los últimos meses desde que registrara su máximo en el primer trimestre del año al superar los 6,2 millones (con una tasa del 27.16%), según la Encuesta de Población Activa (EPA).

El número de desempleados ha ido descendiendo en los últimos meses desde que registrara su máximo en el primer trimestre del año al superar los 6,2 millones (con una tasa del 27.16%.

De hecho, en los dos trimestres siguientes, la tasa de paro bajó al 25,98%, hasta poco más de 5,9 millones de desempleados, aunque la cifra todavía sigue siendo superior a la de un año antes. Habrá que ver cómo se saldan los tres últimos meses del ejercicio, un periodo en el que habitualmente aumenta el paro.

La ocupación también ha sufrido y ha caído a niveles de 2002, hasta los 16,8 millones. El número de ocupados tocó fondo en el primer trimestre y se recuperó en el segundo y el tercero, aunque si se compara con la situación de un año antes se aprecia que se continúa destruyendo empleo. La pérdida de puestos de trabajo se ha producido más entre los asalariados que entre los trabajadores por cuenta propia y más en el sector público que en el privado. Para todo 2013, el Gobierno prevé que el empleo a tiempo completo caiga un 3,4%.

Déficit comercial

El buen comportamiento de las exportaciones y el turismo han permitido recortar el déficit comercial casi un 60 %. En esta dinámica también ha contribuido la reducción de la factura energética.

Además, la competitividad del sector exterior se ha visto favorecida por el proceso de devaluación interna consecuencia de la reducción de los costes del trabajo (a pesar de que en el tercer trimestre crecieron un 0,2% después de cinco trimestres de caída) y el recorte del gasto público, a lo que se suma una inflación muy contenida que en noviembre se situó en el 0,2%.

La inflación en mínimos hizo tener el fantasma de la deflación

En 2013 la evolución de los precios en España hizo que volviera a aparecer en escena el fantasma de la deflación. En octubre el Índice de Precios de Consumo (IPC) recortó cuatro décimas su tasa interanual, hasta el -0,1%, registrando así su primera tasa negativa en cuatro años. Este descenso de la inflación iniciado en junio hizo volver los temores, pero todavía era pronto para hablar de deflación porque ni se trataba de una caída continuada y persistente de los precios y porque la economía española había salido de la recesión.

De hecho, el Instituto Nacional de Estadística asegura que técnicamente no se puede hablar de deflación hasta que no se registren "seis meses consecutivos con tasas negativas de la inflación subyacente". Y eso no ha ocurrido porque ya en noviembre la tasa fue leve, del 0,2%, pero positiva. Para el conjunto del año las previsiones de la Comisión Europea y del Banco de España apuntan un 1,8%.

La inversión extranjera ha mejorado

La inversión extranjera directa en España ha mejorado en 2013. Concretamente, alcanzó los 21.664,3 millones de euros en los nueve primeros meses del año, frente a los 9.665 millones conseguidos en el mismo periodo de 2012. Este año España ha vuelto a ser atractiva para los inversores extranjeros y los grandes fondos de capital han vuelto a poner sus ojos en activos, sobre todo inmobiliarios, del mercado español. Goldman Sachs y Blackstone, por ejemplo, son algunos de los que han adquirido gangas en el sector del ladrillo.

La deuda sigue creciendo aunque la prima de riesgo ha caído La deuda pública ha ido aumentando y en septiembre alcanzaba una suma equivalente al 93,29% del PIB, un nivel récord que supera el objetivo para todo 2013 y que el Gobierno justifica en el adelanto de las emisiones de deuda del Tesoro que se han completado antes de terminar el año.

Eso sí, las condiciones de financiación han mejorado sustancialmente para España. Hay que recordar que la prima de riesgo ha pasado de los 638 puntos, máximo que se alcanzó en julio de 2012, a situarse en el entorno de los 230 puntos a finales de 2013.

La mejoría económica protagonizada por España también ha tenido su reflejo en los mercados. El Ibex ha dado un giro: en el verano de 2012 cayó hasta los 5.956 puntos y ahora está alrededor de los 9.700.

El difícil ajuste del déficit

Por otra parte, el control del déficit público ha seguido siendo en 2013 una de las prioridades de la política económica del Gobierno, que confía en lograr el objetivo anual del 6,5 % del PIB. El Ejecutivo espera, sobre todo, alcanzar la meta gracias a un mayor superávit de los ayuntamientos y a una vigilancia más estrecha de las autonomías que pudieran desviarse de la meta.

El déficit acumulado hasta septiembre por la Administración Central, las comunidades autónomas y la Seguridad Social se situó en el 4,8% del PIB, descontando las ayudas al sistema financiero.

Fuente: Expansión