¿Tu oficina es un campo de batalla? 6 tips para ganarle la pelea a un colega conflictivo. Trabajar puede convertirse en una tortura si no sabemos resolver a tiempo el conflicto con algún colega que además puede poner en entredicho nuestro profesionalismo.

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Seamos realistas, el ser humano es competitivo por naturaleza y el trabajo es el lugar perfecto para demostrar que somos mejores que otros. Y aunque esto podría fluir de manera totalmente natural, las cosas se complican si entre dos colegas existe un conflicto y alguno insiste en reafirmar su superioridad.

Convivir por al menos ocho horas diarias dentro de un grupo de trabajo implica que nos enfrentemos a diferentes personalidades y situaciones que pueden generarnos choque. Es justamente en estos casos que el ambiente laboral puede tornarse tóxico y trabajar se convierte en una tortura.

Es evidente que no podemos simpatizar a todos ni tampoco somos unos santos para que todos nos agraden pero, antes de hacernos una vida insufrible en la oficina debemos ser consciente de que un conflicto con otro colega no sólo estará afectando la productividad de nuestra empresa sino dañando seriamente nuestro desarrollo profesional.

Antes de perder la cabeza -y probablemente el trabajo_ por la mala relación con un colega, en Jobomas te damos algunos consejos para enfrentarte a él de manera inteligente y ganar la batalla:

 

#1. Se profesional

Ante todo, primero toca respirar profundo y ser conscientes de que por un buen rato seguiremos viendo a este colega así que si la molestia no entorpece nuestro trabajo, es mejor ignorarlo y seguir adelante. Regla de oro: jamás dejar que nuestro hígado gane y obstaculizar el trabajo del otro sólo por molestar.

 

#2. Busca apoyo

Aquí hay dos opciones pero el objetivo es el mismo: buscar a alguien más fuerte que pueda vencerlo. La primera opción es buscar el apoyo del jefe. Esta es una solución práctica y recomendable porque si cuentas con el respaldo de un superior tienes la batalla prácticamente en la bolsa y seguramente te evitarás un largo rato de desgaste. Por otro lado, si no tienes acceso a tu jefe o crees que no vale la pena involucrarlo, puedes buscar a un enemigo común de tu adversario y buscar la forma de unir fuerzas para neutralizarlo.

 

#3. El momento preciso

Si vas a enfrentarlo directamente busca el momento más adecuado que puede ser, al final de la jornada. Así tendrás tiempo para reponerte del disgusto y regresar a la mañana siguiente con la cabeza más fría. De esta manera también das oportunidad a otros compañeros de reflexionar lo sucedido y no juzgar prematuramente además de que no interferirás en las labores de nadie más.

 

#4. Lleva la pelea hasta su campo

Ve hasta la oficina de tu colega y entra para hablar con él pero antes, recuerda estar sereno para que el problema no se escape de tus manos. Invadir su territorio va a demostrarle que tienes confianza en ti mismo pero ojo, no cierres la puerta ni lo enfrentes de manera agresiva sino al contrario, déjale ver a él y a otros que vas en actitud conciliatoria.

 

#5. El que pega primero, pega dos veces.

La sabiduría popular lo dice. Si existe un problema éste no va a resolverse solo hasta que alguien lo enfrente así que si tomas la iniciativa no sólo estarás resolviendo más rápido un conflicto sino que tu colega no estará preparado para entrar en actitud defensiva.

 

#6. Calma y estrategia ante el ataque

Si eres tú quien está siendo enfrentado guarda la calma y aún cuando tu colega se ponga agresivo, mantente tranquilo. No hay nada más desconcertante para un oponente que ignorar su ataque. Cuando percibas que ha dejado de gritar o se ha replegado, invítalo a resolver el conflicto sólo si está dispuesto a dejar a un lado la violencia y si pueden hacerse responsables de una solución. Pero recuerda, respira y actúa con la cabeza fría.

 

Antes de entrar en cualquier discusión valora las consecuencias que podrían afectar tu carrera o poner en entredicho tu profesionalismo. Ten en cuenta que tu salud y tu proyección en un empleo, depende en gran parte de la manera en que construyes tus relaciones al interior de tu trabajo.

No te empeñes en una relación conflictiva; buscar una solución rápida también hablará bien de ti y de tu calidad en el trabajo. Procura mantenerte al margen de los problemas, evitar discusiones y mostrarte siempre firme y seguro. La disposición, la solidaridad y la colaboración son actitudes que te ayudarán para trabajar bajo climas laborales más positivos.

En Jobomas queremos que construyas una carrera profesional de éxito y te ofrecemos todos los medios para conseguirlo: las mejores ofertas de trabajo alrededor del mundo, cursos de formación para potencializar tus habilidades y la oportunidad de contactar personalmente a grandes empresas. Sólo con nosotros encuentras tu empleo ideal.

 

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