5 claves para convertirse en la mejor empresa para trabajar Por siglos se había obligado a los empleados a adaptarse a los requerimientos de las empresas pero poco a poco las compañías han descubierto lo redituable que resulta adecuarse a su fuerza laboral

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No es un secreto, empresas de la talla de Facebook o Google se han convertido en lugares donde todo mundo desearía tener un empleo. La flexibilidad de horarios, las instalaciones, el reconocimiento al trabajo y al valor de cada empleado, entre otros muchos beneficios, hacen de estas compañías todo un paraíso laboral.

Se puede decir que además de seleccionar cuidadosamente a su fuerza de trabajo, éstas empresas se preocupan porque cada trabajador se sienta orgulloso de pertenecer a sus filas.

Pero todo este orgullo no es gratuito, cuando el personal se siente valorado por su empleador, genera un sentimiento de compromiso y un interés por entregar siempre lo mejor. El resto de los factores (entorno, prestaciones, infraestructura) confluyen creando un círculo virtuoso y sencillamente, la empresa se convierte en un lugar donde la productividad, la innovación y la creatividad están a la orden del día.

¿Cómo convertirse en la mejor empresa para trabajar? En Jobomas le compartimos algunas de las claves de las compañías que han sido distinguidas como Great Place to Work por la empresa que lleva el mismo nombre.

 

#1. Líderes comprometidos

Estas empresas se destacan no sólo porque tienen líderes sino porque estos tienen a su vez un compromiso tanto con la compañía como con la gente que tienen a su cargo. Sus directivos saben que mejorar la relación y la satisfacción entre ambas partes, es una inversión redituable.

 

#2. Confianza en todos los niveles

Los colaboradores de estas compañías comprenden el valor agregado que significa el trabajo en equipo por encima del trabajo individual. Existen niveles de confianza mutua entre empresa y trabajadores superiores a los del promedio de las compañías y se confía en que ambas partes, no sólo entregan lo mejor de si mismas sino que privilegian el beneficio colectivo.

 

#3. Comunicación efectiva

Para ser una compañía ejemplar, la comunicación asertiva es fundamental. Uno de los factores que distingue a estas compañías es que cada colaborador sabe perfectamente tanto los objetivos de la empresa a corto, mediano y largo plazo, como las expectativas que se tienen fincadas en su desempeño. La transparencia es total y ello permite por un lado, eliminar esquemas burocráticos que entorpecen el trabajo y por el otro, alimentar la confianza para realizarlo de menor manera.

 

#4. Innovación y creatividad

Lo que distingue a una empresa promedio de una gran empresa es justamente el valor agregado y este sólo se consigue cuando se tiene la capacidad de innovar y se pierde el miedo a ser creativo. Para ello, desde luego, se deben generar las condiciones adecuadas que pueden implicar, por ejemplo, flexibilidad de horarios, mejoras a la infraestructura, incentivos, por ejemplo. Lo importante es considerar a la innovación como una inversión y no como un riesgo.

 

#5. Prioridad por el factor humano

Por siglos, se ha obligado a los empleados a adaptarse a las necesidades del mercado y del puesto que desempeña pero poco a poco, las empresas han entendido que adecuarse a los espacios y requerimientos de su fuerza laboral, operativa y productivamente es mucho más redituable. Además, otro factor que distingue a las empresas que se convierten en el mejor lugar para trabajar es la capacitación que dan a su personal y la preocupación que muestran por el desarrollo de cada empleado. El crecimiento de un trabajador siempre representa rentabilidad para una empresa pues se convierte en un sinónimo de calidad.

 

#6. Equidad y respeto

En estas empresas, los valores son un factor que se promueve cotidianamente. Los empleados no son simples números en la nómina, cada uno es tratado con dignidad, respeto por su condición (étnica, social, de género, edad, etc.) y sin importar su jerarquía en el escalafón. Además, las compañías buscan preservar su salud, la convivencia y desde luego, las mejores condiciones generales para llevar a cabo su trabajo.

 

Bien dijo Aristóteles que “somos lo que hacemos día a día de modo que la excelencia no es un acto, sino un hábito” y parece ser que bajo esta filosofía se erigen las grandes empresas que se convierten en lugar ideal para trabajar.

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