Cómo agradarle a tu jefe sin ser adulador ser adulador no es el camino para caer bien.

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Uno de los principales motivos por lo que los colaboradores no están conformes en sus puestos de trabajo y por los cuales se sienten frustrados o poco felices en su zona de trabajo, es por la mala relación que pueden tener sus directivos o superiores. 

“No hay nada mejor que hacer bien tu trabajo, ésta es tu carta de presentación y aceptación para tu entorno laboral. Si bien es cierto que llegar a crear una buena relación con losb superiores tiene que ver con tus competencias, otro de los factores con los que tienes que contar es la actitud, este es el factor diferenciador entre un trabajador bueno y un trabajador excelente”. 

Claves para impresionar a tu jefe de manera inteligente

 

1. Entiende a tu jefe a través de su generación

 

Este punto es primordial, no puedes conocer a tu jefe si no comprendes la generación a la que él pertenece. No sólo te ayudará a entender cuáles son sus motivaciones, su estilo de liderazgo o sus ambiciones profesionales, también te ayudará a comprender sus reacciones y cuáles son sus expectativas personales y profesionales. 

2. Mantén tu posición visible

 

Si estás pensando en alguna idea extravagante para llamar la atención, te sugerimos que la dejes a un lado. Uno de los secretos profesionistas para impactar a los superiores es participar de manera entusiasta en todo lo que hagas. 

 

No sólo es hacer lo que nos corresponde de manera profesional, también hay que ser propositivos y generar ideas nuevas para hacer cambios, mejoras y proyecto que, a lo mejor, no tienen nada que ver con tu trabajo. 

3. Automotivación, el secreto para la mejor actitud

 

No hay cosa que más ame el jefe que tener personal dispuesto y propositivo. Si bien es cierto que éste es un proceso muy personal, también es cierto que es una de las exigencias del éxito. 

Así que quítate actitudes negativas y comienza a pensar de manera positiva si es que quieres ganar puntos. 

4. La más importante… sé congruente

 

No hay nada peor que encontrar a un parlanchín en la empresa, aquél que habla mucho y hace nada. Ser congruente no sólo te ayudará a caracterizarte por tu profesionalismo, sino que también te servirá para ser un excelente freto a la hora de caer en la adulación o el exceso. 

Demuestra "educación" en todo lo que hagas. 
Pide retroalimentación de manera constante. 
Ejecuta las opiniones y consejos que te brinde. 
Sé puntual y respeta tus tiempos de entrega. 
Sé organizado con tus metas y objetivos. 
¡Olvídate de caerle bien! No fuerces una buena relación, esto te perjudicará en lugar de ayudarte.
No lo brinques a la hora de tomar decisiones. Es cierto que el ser propositivo es importante, sin embargo, debes de tener en claro que su opinión es importante.
Escucha, comprende y aprende. 
Siempre muestra “respeto”. 
Sé coherente y claro con tus exigencias. 
Aprende a ser un líder con tu equipo de trabajo. 

La primera impresión es la que queda y no existe una segunda oportunidad para corregir el error. ¿Quieres saber cómo caerle bien a tu jefe desde el primer día? Haz click aquí y encontrarás tips para lograrlo.

Fuente: Tatiana Gutiérrez

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